En las estribaciones de los Montes de Toledo, en una zona de valles donde confluyen los ríos Alcobilla y Bullaque, se sitúa El Robledo, un pequeño municipio con una gran riqueza paisajística.

El río Bullaque constituye el principal exponente del actractivo turístico de El Robledo, que traviesa la localidad dándonos la posibilidad, gracias a su fácil acceso y situación, de contemplarlo y sumergirnos en las tablas situadas dentro de la localidad. Destaca también, la ruta de "la Junta de los Ríos", que discurre desde la localidad por un camino paralelo al río de unos 2 km, hasta la zona donde se une el Alcobilla con el Bullaque.

En este bello paraje ideal para el esparcimiento, se puede observar una gran variedad de flora y fauna. Garzas reales, garcillas y martines pescadores son algunas de las especies que con bastante frecuencia se encuentran en esta zona, además de los típicos mirlos, carboneros, herrerillo o petirrojos entre otros. El río Bullaque es uno de los pocos ríos de Castilla-La Mancha que mantiene una población apreciable de nutria común, a lo que se suma una fauna piscícola caracterizada por la rareza de elementos autóctonos y especies endémicas con diversos grados de amenaza, como la comilleja, el barbo cabecicorto o la boga de río, entre otras. En cuanto a la vegetación, destacan los bosques de ribera y alamedas de olmos, zarzas, espinos, sauces, mazuelos y juncos."  

Otro de los atractivos de El Robledo es el Cordel de Navalrincón, uno de los ramales principales de la Cañada Real Toledana, vía pecuaria utilizada desde el siglo XI por los pastores para la trashumancia de los rebaños.

En el casco urbano, destaca la Iglesia de Nuestra Señora del Carmen, edificación del siglo XIX de estilo neoclásico.

Tradiciones como la matanza del cerdo antes de Navidad o el invernal baño en las aguas del Río Bullaque el día 31 de diciembre son otras de las propuestas de El Robledo, sin olvidar una gastronomía basada en platos típicos de La Mancha (migas, gachas, caldereta de cordero…) y platos cocinados con los productos de las actividades cinegéticas de la zona (venao, jabalí, perdiz, conejo o liebre). Mención especial merece el ‘vino de pitarra’, un vino de elaboración casera característico de la comarca.  

Más información: www.elrobledo.es